Estrategias de comunicación política digital

Estrategias de comunicación política digital

Comparte:

La comunicación política digital se ha convertido en el eje central de cualquier campaña electoral, estrategia de gobierno o posicionamiento institucional. Pero no todas las estrategias funcionan. De hecho, muchas veces vemos cómo partidos o candidatos replican viejos modelos en entornos nuevos, sin comprender cómo cambia el lenguaje, el canal y el contexto.

Saber qué estrategias de comunicación política digital funcionan realmente hoy en día no solo es clave para conectar con el electorado, sino para sobrevivir en un entorno hipervisual, saturado de mensajes y extremadamente volátil.

¿Qué caracteriza a una buena estrategia de comunicación política digital?

Una estrategia efectiva no se basa en publicar por publicar, ni en acumular seguidores, ni en buscar el «viralazo» del día. Las estrategias de comunicación política digital que sí funcionan se construyen sobre cuatro pilares clave:

  1. Narrativa propia y coherente
    No basta con repetir eslóganes de partido. Lo que conecta es una voz auténtica, humana, con valores claros.

  2. Redes Sociales
    TikTok, Instagram, X o LinkedIn no son intercambiables. Cada uno tiene un público, un tono y un código visual distintos. La comunicación política digital debe adaptarse al canal.

  3. Contenido de valor
    No todo es propaganda. Los contenidos que generan impacto son los que informan, inspiran, responden dudas o muestran el lado humano del candidato o partido.

  4. Consistencia a largo plazo
    Publicar solo en campaña es un error. La confianza se construye con el tiempo. La estrategia de comunicación digital debe ser sostenida, no puntual.

El objetivo siempre es el mismo, al menos nosotros como expertos lo tenemos claro: Comunicar mejor con el ciudadano.

Errores que siguen repitiéndose

En New Brand analizamos cada semana perfiles institucionales y políticos como Pedro Sanchez, Milei o Trump que:

  • Usan un tono institucional vacío, desconectado del ciudadano medio.

  • Publican lo mismo en todas las redes sociales, sin adaptar formato ni lenguaje.

  • Tienen meses sin actividad y luego saturan con 10 publicaciones en campaña.

  • Se comunican en tercera persona, sin rostro humano, sin cercanía.

Estos fallos no solo restan impacto: generan desconfianza. La gente quiere líderes que comuniquen como personas, no como gabinetes.

Muchas veces el fallo está en que estas estrategias se suelen gestionar internamente en los partidos políticos, pero aunque sobra gente, falta expertis. Y por eso se debe confiar en una agencia para partidos politicos que controle de marketing politico.

Ejemplos de estrategias digitales bien aplicadas

Algunos portavoces y partidos están empezando a entender que la política también se gana en Instagram Stories, en hilos de X bien construidos o en artículos de LinkedIn con visión institucional.

Hemos trabajado con equipos locales y autonómicos que, gracias a una estrategia de comunicación política digital bien diseñada, basandonos en como utilizan las redes sociales los políticos en España.

Hemos utilizado correctamente cada red social y han conseguido:

  • Reforzar su autoridad en LinkedIn como expertos en economía o sostenibilidad.

  • Conectar con jóvenes votantes en TikTok sin caer en lo ridículo.

  • Reaccionar a crisis mediáticas con mensajes claros, humanos y bien temporizados.

En todos los casos, lo que marcó la diferencia fue lo mismo: una estrategia de comunicación política digital sólida, coherente y adaptada al canal.

¿Quieres avanzar en tu negocio?

EMPIEZA A CONSEGUIR RESULTADOS

Otros artículos interesantes

Studio New Brand
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Puedes consultar aquí la política de privacidad.