La estrategia de comunicación de Pedro Sánchez en la comisión del Senado ha demostrado, una vez más, su capacidad para controlar el relato incluso en situaciones de máxima tensión. En plena comparecencia por el llamado caso Koldo, donde se esperaba acorralarlo con preguntas sobre supuesta financiación ilegal del PSOE, el presidente del Gobierno supo transformar el interrogatorio en una oportunidad para fortalecer su imagen pública.
El 30 de octubre de 2025, Pedro Sánchez compareció ante la comisión del Senado. Lo que podría haber sido un terreno hostil, se convirtió en un campo de juego favorable gracias a una estrategia de marketing político brillante, basada en el sarcasmo, la teatralidad, el control del tiempo y un uso hábil del lenguaje corporal y gestual.
Un uso magistral del sarcasmo como herramienta política
El primer gran acierto en la estrategia de comunicación de Pedro Sánchez fue el uso del sarcasmo para desactivar los ataques. Desde frases como “Esto es un circo” hasta respuestas con sonrisa incluida cuando se le preguntó por la ya famosa “banda del Peugeot”, Sánchez se posicionó como un líder que no se deja intimidar fácilmente. Esta postura, lejos de generar rechazo, lo convirtió en tendencia en redes sociales, elevando su exposición positiva a niveles inesperados.
Este tipo de intervenciones no son improvisadas. Forman parte de una estrategia calculada de marketing político, donde el humor y el sarcasmo se utilizan para romper la tensión, conectar con el espectador y proyectar confianza, incluso cuando el contexto no es favorable.
El control del tiempo como táctica de desgaste
Otra clave en la estrategia de Pedro Sánchez fue el uso deliberado de respuestas largas. Al extender sus intervenciones, conseguía agotar el tiempo de sus oponentes, reduciendo la posibilidad de repreguntas incisivas. Esta táctica, criticada por el presidente de la comisión, fue un ejemplo claro de cómo controlar la narrativa sin perder la compostura.
Este tipo de maniobras demuestran el dominio que tiene Pedro Sánchez del storytelling político y del debate parlamentario. No se limita a responder: construye una narrativa donde él sigue siendo protagonista, incluso cuando está en el punto de mira.
Comunicación no verbal y “momentos meme”
Más allá de las palabras, la estrategia de comunicación de Pedro Sánchez incluyó elementos visuales muy potentes. El uso de gafas para leer documentos, sus gestos de ironía, las pausas prolongadas y las miradas a cámara, lo convirtieron en meme en cuestión de minutos. Pero, lejos de perjudicarle, esta viralización reforzó su perfil de político hábil, con recursos teatrales y un dominio absoluto del lenguaje audiovisual.
Hoy, en plena era digital, un meme puede tener más impacto político que un mitin. Sánchez lo sabe, y lo utiliza.
Fortalecimiento del relato propio
En todo momento, Pedro Sánchez evitó ponerse a la defensiva. Al contrario, aprovechó sus intervenciones para atacar a la oposición, reafirmar la legalidad de las cuentas del PSOE y lanzar mensajes dirigidos a sus votantes. Esta capacidad para retomar el control del discurso, incluso en un ambiente hostil, es una de las razones por las que muchos expertos consideran a Sánchez como uno de los comunicadores más eficaces del panorama político actual.
¿Qué podemos aprender de esta estrategia de comunicación?
La estrategia de comunicación de Pedro Sánchez en esta comisión es un caso de estudio para cualquier profesional del marketing político. Su capacidad para girar el foco, convertir una amenaza en una oportunidad y viralizar gestos y frases muestra la importancia de tener un equipo de comunicación sólido, una narrativa bien definida y una actitud férrea ante la adversidad.
En Studio New Brand, hemos trabajado con líderes políticos, instituciones públicas y partidos de diferentes ideologías. Sabemos que una buena estrategia para partidos políticos, o una campaña de comunicación institucional, requiere dominar tanto lo que se dice como lo que se transmite con el cuerpo, la voz o incluso una simple sonrisa.
